10. Desistimientos y destransiciones

Una de las cuestiones tabú para el transextremismo es la existencia de las personas que desisten o destransicionan de su identidad trans para volver a identificarse con su sexo biológico. Hay una diferencia de matiz entre estas dos situaciones, aunque en ocasiones se utilicen de manera indistinta. Este matiz hace referencia a si el retorno al “género” inicial se produce antes o después de la transición: es decir, quienes desisten estaban en el proceso hacia su nueva identidad de género y quienes destransicionan ya vivían su nueva identidad (hayan seguido tratamiento hormonal o no, hayan sufrido intervenciones de reasignación de sexo o no).

Estas situaciones de regreso plantean un problema para el transextremismo por no corroborar el dogma de la identidad innata e inmutable.

Para los que no creemos el dogma y en vista de declaraciones de distintas personas trans, entendemos la transición como respuesta a una disforia que tiene origen en circunstancias difíciles vividas por la persona, la destransición vendría a significar que se ha solucionado o, al menos, afrontado el problema que causaba dicha disforia.

Esta asociación de la disforia con haber tenido condicionantes en el libre desarrollo de la personalidad no es gratuita, sino que es claramente abordada por las personas que destransicionan.

Crash explica su identificación inicial como “transhombre” y posterior destransición.

En el video anterior, Crash nos cuenta su experiencia de mujer lesbiana que ha vivido 9 años identificándose como un hombre, habiendo tomado testosterona durante varios de esos años. Crash explica que inició su tratamiento hormonal tres meses después del suicidio de su madre y ahora es consciente de que quería cambiar su cuerpo porque necesitaba marcar distancias con ella, ya que se parecían mucho físicamente. En el momento de grabar el video, hacía tres años que había destransicionado de su identidad trans.

Como explica Crash en su vídeo, la decisión de destransicionar llegó con la comprensión de que su disforia estaba basada en experiencias traumáticas (que incluían acoso por su orientación sexual de lesbiana) y en misoginia interna, pero no por haber sufrido malas experiencias durante su tiempo como trans, ya que ha sido mejor tratada como hombre que como mujer lesbiana.

En la descripción del video de Crash en YouTube, se menciona a Carey Callahan, otra mujer que ha destransicionado de su identificación como hombre y sobre la cual la publicación The Atlantic ha realizado un corto documental disponible en YouTube.

“Revertir una transición de género”, corto documental sobre la experiencia de Carey Callahan, publicado por The Atlantic.

Al igual que Crash, Carey Callahan sufrió abusos que la llevaron a experimentar disforia respecto de su cuerpo.

Tras difundir públicamente su experiencia, se ha convertido en una referencia para las personas trans que se plantean destransicionar o personas que sienten disforia pero tienen miedo de iniciar su transición y después arrepentirse, por lo que publica diversos artículos de opinión, incluyendo consejos para adolescentes con disforia, a través de su cuenta en Medium enlazada más arriba.

Crash y Carey cuentan su experiencia para ayudar a otras personas que puedan estar cuestionando o replanteándose su “identidad de género”, una actitud que comparten con Dagny, Chiara, Jesse y Helena, las cuatro integrantes de Pique Resilience Project, un proyecto común en el que contar sus procesos de “identificación como hombre” y posterior destransición.

Pique Resilience Project tiene su propia cuenta de Twitter y canal de YouTube, medios en los que estas cuatro valientes mujeres hablan con muchísima franqueza y normalidad de su experiencia, aunque ésta haya incluido baja autoestima, depresión u homofobia internalizada (rechazo/shock inicial ante la toma de conciencia de ser una mujer lesbiana).

Las conversaciones a cuatro son interesantísimas y el análisis que realizan de los roles de género y de las dinámicas de la comunidad trans muestran una gran inteligencia y madurez, a pesar de su juventud.

Jesse, Helena, Chiara y Dagny en uno de sus videos.

Estos han sido ejemplos de mujeres que cesaron en su identificación como hombres pero, por supuesto, también hay historias de hombres a los que les ha sucedido lo mismo con su identificación como mujeres.

El YouTuber Ein Rückkehrer erzählt, quien vivió dos años y medio con una identidad femenina, ha publicado siete videos en los que explica su trayectoria y su opinión (muy negativa) sobre el proceso de transición actual (el modelo de “consentimiento informado“) en el que el paciente debe firmar una declaración asegurando conocer todas las consecuencias del tratamiento hormonal. En realidad, nadie conoce con certeza cuáles van a ser los efectos sobre el cuerpo o el estado de ánimo, ya que no se han realizado suficientes estudios sobre los efectos físicos de la hormonación continuada, con lo que, en la práctica, dicho modelo exige de las personas trans un acto de fe en la certeza de sus postulados.

Este YouTuber define de forma tajante este consentimiento informado” como la “institucionalización de la negligencia“, ya que considera que los expertos se comportan de forma muy poco profesional, porque lo que hacen en realidad es declinar toda responsabilidad sobre el proceso. De esta manera, la responsabilidad recae en su totalidad sobre la persona disfórica que se está planteando transicionar, sin tener en consideración su estado de gran vulnerabilidad mental y emocional.

Segundo video de siete, sobre los procesos de transición y destransición.

Otros testimonios de interés para comprender a las personas que deciden destransicionar son los que se recogen en el corto documental “I want my sex back“, grabado por la cadena de televisón RT (disponible igualmente en YouTube).

En este documental, Billy Burleigh, Rene Jax (ya mencionado en esta web) y Walt Heyer cuentan con gran franqueza y sinceridad su historia personal (como el resto, tampoco exenta de dolor y sufrimiento), demostrando también una gran fuerza de carácter ya que su reconexión con su “identidad de género” masculina llegó años después de tomar hormonas para feminizar su aspecto y de haber sufrido una operación completa de reasignación de sexo en los tres casos (es decir, cuando ya se habían extirpado pene y testículos).

Billy Burleigh, Rene Jax y Walt Heyer cuentan sus historias personales.

Billy Burleig y Walt Heyer han vuelto a tomar una identidad masculina. Rene Jax mantiene su situación “oficial” de transexual porque considera que ello le otorga mayor credibilidad ante el colectivo y le permite expresar su opinión con mayor libertad. Tras cuarenta años viviendo socialmente como una mujer ha llegado a la conclusión de que no es posible cambiar de sexo y que las personas transexuales/transgénero no existen como tales, sino que la transición es una respuesta a otros problemas (traumas) vividos, especialmente si se dan a una edad temprana.

Rene Jax tuvo una infancia dificilísima, con un padre alcohólico y una madre esquizofrénica, que acabó ingresada en un sanatorio mental, mientras que tanto Billy Burleig como Walt Heyer describen en el documental haber sufrido abusos sexuales cuando eran niños. Walt Heyer continuó buscando respuestas tras su transición, por lo que cursó estudios de psicología además de seguir haciendo terapia. Fue una de sus terapeutas, una psiquiatra, quien le dijo que había sido diagnosticado erróneamente de disforia ya que, en realidad, sufría un transtorno disociativo de la identidad/personalidad por su trauma de la infancia.

Esta pequeña relación de casos de destransiciones no puede dejar de mencionar la experiencia de Jamie Shupe. Su cuenta de Twitter es suficientemente ilustrativa: se llama @NotableDesister.

¿Por qué tendría que ser considerada esta persona “notable“?

Jamie Shupe, veterano retirado del Ejército de los EE.UU. tras 18 años de servicio, tiene un lugar de honor en la historia del colectivo trans norteamericano: fue la primera persona en los Estados Unidos en ser autorizada por los tribunales a tener legalmente un género “no binario, en el año 2016.

En realidad, se trataba de su segundo cambio ya que Shupe había realizado previamente una primera transición en la que se “identificaba como mujer“. Con el tiempo, tras muchas horas de estudio de las identidades trans, llegó a la conclusión de que el género es una categoría impuesta, por lo que quiso liberarse de las etiquetas al pasar a “no binario“. Sin embargo, identificarse como “no binario” le seguía manteniendo oficialmente dentro del colectivo trans por lo que, finalmente, destransicionó para volver legalmente a su sexo biológico de hombre, en enero de 2019.

Shupe ha contado en un interesante y extenso ensayo personal (redactado en 2017, aunque publicado en Medium en 2018) su propia experiencia dentro del colectivo trans y el proceso de toma de conciencia sobre la “doctrina de identidad de género, aunque al ser escrito en su última fase como “no binario” considera que no coincide del todo con su posición actual (destransición total).

https://twitter.com/NotableDesister/status/1102715299399430144
Masha: “Interesante artículo de @NotableDesister”
Shupe: “Sí, lo es pero, por favor, ten en cuenta que fue escrito originalmente en el 2017 y trasladado a Medium después de que la web donde estaba alojado originalmente pasara a ser privada”.
https://twitter.com/NotableDesister/status/1102989428094652417
Masha: “Sé que has desistido/destransicionado en el intervalo. ¿Hay algo más que haya cambiado desde entonces?
Shupe: “Ya no animo a nadie a ser “no binario”. Me reafirmo en mis declaraciones de que las operaciones son dañinas y no apoyo transicionar a l@s niñ@s. Nada de eso ha cambiado en mí”.

Una de las contradicciones fundamentales con las que se encontró Shupe es que, en su opinión, los transactivistas deberían estar luchando por cambiar la sociedad, de forma que aceptase mejor a l@s niñ@s y adolescentes con una expresión de género no normativa, para que ést@s pudiesen vivir su vida libremente sin experimentar discriminación ni abusos. Sin embargo, la ideología fomenta hormonar y operar a l@s menores para que transformen su cuerpo hacia uno u otro género, en función de si su comportamiento encaja con estereotipos sexistas de lo que debe ser una niña o un niño, lo cual no ataca los cimientos de la sociedad sexista, sino que la refuerza.

No menos importante es el hecho de que Jamie Shupe se ha reconocido abiertamente como autoginefílico, según la descripción realizada por el Dr. Ray Blanchard (ya mencionado en esta web), por lo que ha comprendido finalmente que su deseo de ser una mujer no es lo mismo que identificarse como una mujer.

https://twitter.com/NotableDesister/status/1099433020111708160
“Es una completa vergüenza que ya no enseñen el reconocimiento básico de Autoginefilia de Blanchard en las facultades de Medicina”.
https://twitter.com/NotableDesister/status/1099322326615801857
“Yo solía tener este sacaleches en mi mesa en Portland y lo utilizaba todo el rato. Cuando les conté a mis médicos de la oficina de Veteranos [del Ejército] que lo usaba, ellos se limitaron a recetarme más hormonas femeninas en vez de enviarme al psicólogo para hablar sobre las teorías de Blanchard respecto de por qué yo lo estaba utilizando”.

Hay muchas otras historias de personas que destransicionan o desisten, habiéndose creado incluso foros o espacios colectivos donde poder expresar dudas o perdir consejos:

Todas estas experiencias muestran mucho dolor, el cual no debe ser nunca tomado a la ligera.


Otras lecturas de interés:


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