9. Personas trans en desacuerdo con la doctrina de “identidad de género”

La posición feminista contra la doctrina de identidad de género se sustenta en la flagrante oposición que presenta frente a la concepción feminista de que nuestra biología es la causa (la excusa) de la opresión que sufrimos las mujeres en el mundo. Las dos posiciones (“el cuerpo es la base de la opresión” / “el cuerpo es irrelevante“) son irreconciliables desde un punto de vista teórico, por antagónicas: una excluye la posibilidad de la otra y viceversa. La doctrina de identidad de género, en realidad, refuerza los estereotipos contra los que las mujeres llevamos tantos años luchando.

No debería ser necesario aclarar que el antagonismo se manifiesta contra la posición teórica, política, de la ideología, no contra las personas. De hecho, resulta fundamental para comprender que no se trata de odio o animadversión contra las personas trans (la auténtica transfobia, condenable siempre), el hecho de que haya personas trans que comparten la lectura del género que realizan las feministas, por diversos motivos.

Kristina Harrison, TIM, denuncia la anulación de la realidad del sexo biológico sostenida por la doctrina de identidad de género, en un hilo de Twitter.

Debbie Hayton, por ejemplo, docente de Física en un instituto de secundaria del Reino Unido, no sólo no tiene ninguna duda de su consideración biológica de varón, sino que ha declarado públicamente que su transición fue la solución a una cuestión de salud mental:

Despite what some might think, being transsexual doesn’t mean I was born in “the wrong body”; I was born in my body. There was nothing wrong with me – the problem lay with a society that forced me into gendered roles because of my sex. The restrictions and expectations became an ever-increasing burden that eventually crushed me. I transitioned to escape. It was hardly an ideal solution – my family suffered and I am now on life-long medication – it was a pragmatic response that restored my mental health.

Debbie Hayton, Not all transexuals think ‘trans women are women

“A pesar de lo que algunas personas pueden pensar, ser transexual no quiere decir que nací en “el cuerpo equivocado”. Yo nací en mi cuerpo. No había nada malo en mí: el problema se encontraba en una sociedad que me forzó a unos roles de género a causa de mi sexo. Las restricciones y expectativas se convirtieron en una carga cada vez mayor que finalmente me aplastó. Transicioné para escapar. No se puede decir que fuese una solución ideal (mi familia sufrió y yo debo medicarme de por vida). Fue una respuesta pragmática que restauró mi salud mental”.

Igualmente, Jenn Smith, de Canadá, asocia su necesidad de presentarse con una identidad femenina con determinadas experiencias traumáticas de su infancia (su paso por distintas casas de acogida, bullying, etc.) que le llevaron a sentir una bajísima autoestima y un completo rechazo por la persona que era, necesitando construir una personalidad completamente diferente de la propia.

“Varón transgénero (nacido varón, siempre seré varón) de 53 años, oponiéndome al adoctrinamiento de niñ@s en el estilo de vida [trans] y al asalto a los espacios seguros y programas para las mujeres”.
Jenn Smith explica la construcción de su identidad trans.

Miranda Yardley, del Reino Unido, fundó la página web Gender Apostates junto con tres personas más (dos TIM y una mujer), para ofrecer una plataforma en la que poder presentar opiniones críticas con el concepto de género, tan nociva para los dos sexos. Miranda ya ha sido mencionada en esta página web: era una de las ponentes en el evento feminista de Bristol que fue saboteado por los transextremistas, como se muestra en el video incrustado en la página inicial.

Miranda Yardley tiene un estilo muy claro y directo con el que expresa claramente posiciones muy críticas con la ideología y el colectivo transextremista desde su propia página web:

” (…) an empty ideology that cannot engage with rational argument, an authoritarian ideology that ultimately seeks to do to women exactly what men have been doing to women for millennia, which is to tell women what it is to be a woman.”

Miranda Yardley, ‘Transwomen’ are not Women.

“(…) una ideología vacía que no puede enfrentarse a argumentos racionales, una ideología autoritaria que busca como fin último hacer con las mujeres lo que los hombres han hecho con las mujeres durante milenios, que es decirle a las mujeres lo que es ser una mujer”.

Rene Jax, de los Estados Unidos, fue el primer oficial de policía transexual en la ciudad de San Francisco en los años 80. En la actualidad, tras 40 años viviendo como “mujer transexual”, considera que no es posible cambiar de sexo y que la corriente ideológica actual resulta muy dañina, especialmente para niñ@s y adolescentes, por las nocivas consecuencias que el consumo continuado de hormonas sintéticas y bloqueadores de las hormonas naturales comporta sobre el cuerpo y la salud física.

René ha escrito libros e imparte charlas para dar a conocer su experiencia e investigaciones sobre la transexualidad.

Estas personas citadas tienen una mayor visibilidad por su presencia en redes sociales, pero otras con un perfil social más discreto (catorce personas transexuales de ambos sexos) se han unido para firmar un manifiesto, disponible en su blog, contra la definición tan amplia de “transgénero y contra el concepto de “autoidentificación del género (premisa fundamental de la doctrina), por considerar que no favorece a ninguno de los colectivos implicados: ni a las mujeres ni a las personas trans comprometidas con lo que ell@s definen como una transición significativa.

Es importante conocer que las personas trans disidentes de la doctrina oficial sufren acoso por parte del colectivo transextremista, como les sucede a las feministas. Miranda Yardley y Jenn Smith has sido expulsadas de Twitter tras denuncias de transactivistas. Anteriormente, Jenn Smith había escrito un impresionante ensayo sobre las tácticas de acoso de los transextremistas, dignas de distopías orwellianas, basándose en su propia experiencia personal.


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