La “Marcha de las Mujeres”, EE.UU.

El día 8 de marzo han tenido lugar en todo el planeta las manifestaciones conmemorativas del Día de la Mujer, aunque no son las únicas manifestaciones feministas que se celebran durante el año.

En el mundo anglosajón se celebra también la Women’s March, convocada por primera vez en enero de 2017 en Estados Unidos, como reacción a la toma de posesión de Donald Trump como Presidente, ya que su comportamiento machista antes y durante la campaña electoral fue muy lamentable.

Una de las ocasiones más vergonzantes fueron unas grabaciones que se filtraron de una conversación muy grosera en la que Trump se jactaba de que, por ser rico y famoso, las mujeres le dejaban hacer lo que él quería, incluso “agarrarlas por el coño” (la frase original es “grab them by the pussy, en inglés; una expresión que se ha quedado grabada a fuego en el inconsciente colectivo norteamericano).

Así que, en esa primera Marcha por las Mujeres, se vieron infinidad de gorritos-gatito (“pussyhats“, haciendo un juego de palabras con pussy, palabra informal que se utiliza tanto para referirse a gatos como a los genitales femeninos, en clara referencia a las infames grabaciones).

Mujeres con gorritos-gatito en la Marcha de las Mujeres de Washington, enero 2017.

Sin embargo, la edición de 2018 los pussyhats tuvieron mucha menor repercusión, por haberse levantado voces progresistas e “inclusivas” que tachaban dichos gorritos de “tránsfobos” y “excluyentes.

Recordemos que la deformada lógica del transextremismo considera “mujer” a cualquier persona que se identifique como tal, pero se ofende ante la mención de la anatomía femenina ya que algunas personas con pene consideran que las mujeres estamos ejerciendo violencia en su contra por reivindicar nuestra realidad biológica (una interpretación que sólo puede definirse como kafkiana):

“Hacer posters para las manifestaciones de mujeres y otras protestas que tienen como objetivo desafiar el patriarcado y la dominación política de los hombres y decir cosas como “Es tiempo de reacci-ovario-nar” y “Vulva la resistencia” es bioesencialista y cosifica (sic) una ideología que excluye violentamente a las transmujeres”.
Twit con más de 1000 retuits y más de 3000 “me gusta” en el momento de realizar la captura de pantalla.

De forma que un símbolo de protesta contra el acoso sexual a las mujeres desapareció de las retinas de los norteamericanos, para no herir los frágiles sentimientos de algunos varones identificados como trans (TIM, en sus siglas en inglés), los cuales se sienten violentados ante la realidad biológica de no tener genitales femeninos.

Es decir, una corrección política mal entendida prohíbe a las mujeres protestar libremente contra los abusos directísimamente relacionados con nuestra anatomía, base de todo el acoso sexual recibido por millones y millones de mujeres en el mundo, porque algunas personas que tienen o han tenido pene se sienten excluidas por no tener vulva.

Que las personas con pene digan a las personas con vulva lo que deben hacer y lo que no, se parece demasiado al patriarcado de toda la vida, aunque esta vez se presente con maquillaje y purpurina.