Amnistía Internacional no cree que las mujeres puedan romper los estereotipos de “género”

El pasado febrero se celebraba en el Reino Unido el mes de la historia LGBT, por lo que en Twitter se realizó una campaña bajo el hashtag #LGBTHistoryMonth. a la que se sumó AmnestyUK_LGBTI (la cuenta LGBTI de Amnistía Internacional en el Reino Unido).

Ya se ha dado cuenta en esta web de cómo determinados espacios u organizaciones aparentemente progresistas están siendo colonizados por la doctrina de “identidad de género”, la cual no puede evitar mostrar su tremenda misoginia y desprecio hacia las mujeres y nuestros logros.

Siguiendo esta infame línea de actuación, Amnistía UK ha decidido, por su cuenta y riesgo, transicionar póstumamente a tres valientes mujeres que desafiaron los roles de género de su época, al realizar trabajos reservados a hombres en las sociedades machistas en las que vivieron.

Es decir, para Amnistía Internacional no es que estas mujeres se rebelaran contra las imposiciones sociales y culturales de su tiempo, sino que, simplemente, no eran mujeres.

La apuesta de Amnistía empezó fuerte:

“Durante #LGTBHistoryMonth estamos destacando notables figuras LGBT+ de la historia. Hatshepsut (1507 AC-1458 AC), quinto Faraón de la 18ª Dinastía de Egipto, uno de los faraones más importantes de la historia, nació mujer, usaba pronombres femeninos pero se presentaba como Rey. #LGBTHM19″

Hay que reconocer el (ausente) rigor científico de Amnistía Internacional al basarse en la traducción al inglés de una palabra en egipcio antiguo para arrebatarnos a las mujeres una figura importantísima en la historia de la Antigüedad y en nuestra historia en particular.

“¡Parece que vosotros sois los que tenéis ideas muy reduccionistas sobre el género! Faraón significa ‘Mansión’ y Hatshepsut no fue la única mujer Faraón. Educaos y dejad de retorcer la historia para adecuarla a vuestra ideología moderna”.

El siguiente ejemplo de la transapropiación de la historia de las mujeres llegó unos días después, al transicionar póstumamente a Margaret Bulkley, más conocida por su pseudónimo James Miranda Stuart Barry.

“Durante #LGTBHistoryMonth estamos destacando notables figuras LGBT+ de la historia. El Dr. James Barry (c. 1789-1865) fue un cirujano militar irlandés en el ejército británico y transhombre. Fue la primera persona que realizó una cesárea en la que sobrevivieron tanto la madre como el bebé. #LGBTHM19″

Efectivamente, bajo el nombre de Dr. James Barry, Margaret Bulkley fue un eminente cirujano militar que introdujo mejoras en la medicina del s. XIX y que, probablemente por ser mujer, se preocupó por intervenir a una parturienta de forma que pudiese sobrevivir a la cesárea (operación que hasta la fecha había resultado una sentencia de muerte para la madre).

Esta enigmática figura ha sido estudiada en diferentes ocasiones desde que se descubrió su secreto y sus más recientes biógrafos Michael du Preez y Jeremy Dronfield, en su libro “Dr. James Barry. A woman ahead of her time“, han dicho explícitamente que su decisión de vivir como un hombre “estaba más motivada por ambición que por identidad.

No hay dos sin tres“, debió pensar Amnistía Internacional UK, por lo que acabó el mes con otro desatino, en esta ocasión transicionando a la fuerza a la irlandesa Jennie Hodgers.

“Durante #LGTBHistoryMonth estamos destacando notables figuras LGBT+ de la historia. Albert Cashier (1843-1915), transhombre irlandés, fue un emigrante en los EE.UU. que sirvió en el Ejército de la Unión durante la Guerra Civil americana. #LGBTHM19″

Un artículo publicado en la web del Instituto Smithsonian da una cifra estimada de 400 mujeres combatientes en la Guerra Civil americana. La mayoría de ellas lo hicieron bajo identidades masculinas, para poder superar las rígidas barreras del “género” de la Norteamérica del s. XIX.

Esta decisión de vestirse de hombres para realizar acciones prohibidas a las mujeres es el equivalente en el “género” de lo que se conoce en el ámbito racial como “pasar” por blanco (una forma de estar de incógnito); es decir, en el caso de las personas afroamericanas con un tono de piel claro, poder liberarse de las absurdas restricciones impuestas a las “personas de color” y disfrutar de las libertades permitidas a la población blanca.

Jennie Hodgers, emigrante irlandesa analfabeta, tenía como mujer muy pocas posibilidades a su alcance (y muy poco halagüeñas), por su carencia de formación. Ser soldado le permitió contar con una pensión al finalizar la guerra y, al mantener una identidad social de hombre, incluso votar en las elecciones, cuando era algo que estaba prohibido por ley a las mujeres.

Que Amnistía Internacional, cuyo fin principal es denunciar los ataques a la libertad de expresión (empezó como apoyo a los presos de conciencia), no reconozca el patrón autoritario que supone condenar a un rol subordinado a la mitad de la población es muy descorazonador.

Que afirme, como lo ha hecho en estos twits, que una mujer que decide escapar de la obligada servidumbre doméstica y vivir de forma independiente, lo hace únicamente porque “se identifica como un hombre” resulta desolador. No se puede ser más retrógrado en la concepción del “género”.

La naturalización de la subordinación de la mujer al hombre es indigna de una organización de este renombre.


Reacciones en Twitter a la misoginia de Amnistía UK:

“Y la razón de que su tumba fuese profanada después de su muerte fue que los hombres querían castigarla y volver a ponerla en su lugar como #mujer. Buscaban borrarla. Borrar a las mujeres. Exactamente como nos está pasando ahora”.
https://twitter.com/makemorenoise1/status/1100452059646701568
“Después de que @AmnestyUK_LGBTI decidiera que la primera Faraona egipcia de la historia era en realidad un tío nos pusimos a pensar. ¿Quiénes son las mujeres más valientes e impactantes de la historia que, en realidad, eran hombres? La guía definitiva”.
https://twitter.com/SamBarber1910/status/1099272622901260288
“Cuando finalmente elijamos a una mujer Presidente, @AmnestyUK_LGBTI nos dirá que, en realidad, es un hombre, porque ha escogido llamarse ‘Presidente’, que es un título masculino. #Lógica”