Las cuatro clases de autoginefilia: Parte 2 – La autoginefilia de comportamiento

En la entrada previa hablé sobre la autoginefilia fisiológica donde un varón se excita sexualmente por tener la fisiología de una mujer y pasar por procesos fisiológicos femeninos como la menstruación y el embarazo. Esta entrada será sobre la autoginefilia de comportamiento donde un varón se excita por la idea de “actuar como una mujer”. Puse esta frase entre comillas porque muchas veces la excitación sexual viene de ideas sobre la mujer que son sexistas en cuanto a los roles tradicionales de la feminidad para las mujeres y masculinidad para los hombres. La visión sobre la mujer entonces es una de sumisión y pasividad que hasta puede llegar a la humillación en casos de feminización forzada. Sin embargo, como en casos del lesbianismo falso, puede llegar a la apropiación de estereotipos asociados con una clase de mujer.

Debo advertir que muchas de las fantasías sexuales autoginefílicas que voy a mencionar pueden ser insultantes y puede haber referencias a la pornografía y la literatura erótica. Obviamente no habrá ninguna imagen explícita pornográfica, pero si no tiene el estómago para este tipo de cosa le exhorto a no seguir leyendo.

La feminización forzada

Una de las fantasías sexuales más comunes de un autoginéfilo de comportamiento es actuar (y también vestir) como “mujer” en situaciones estereotipadas. Blanchard ha señalado casos de varones que se excitan sexualmente con fantasías de ayudar a una sirvienta a limpiar la casa, actuar como una niña en la escuela, tejer o ir al salón de belleza con un grupo de mujeres. Muchas de estas fantasías envuelven “afeminar” al varón y ponerlo en situaciones vulnerables. A veces, este tipo de fantasía puede llegar al punto extremo de humillar al varón y despojarlo de su masculinidad.

Para ilustrar este último punto y demostrar que las fantasías sexuales de autoginéfilos son basadas en ideas sexistas sobre la feminidad incluiré la práctica sexual llamada feminización forzada como ejemplo. Es una práctica sadomasoquista que algunos autoginéfilos practican donde un varón se “afemina a la fuerza” por una mujer o un varón que ha alterado su cuerpo para aparentar “mujer” (transexual) que actúa como dominatriz. La dominatriz viste al varón de “mujer” y lo obliga a hacer cosas femeninas de propósito para humillarlo y emascularlo. También se conoce en inglés como “sissification” de la palabra “sissy” que quiere decir “varón afeminado” y se puede notar que la práctica tiene connotaciones homofóbicas, ya que parte de la fantasía involucra humillar al varón por su “afeminación” y homosexualidad implicada.

Anuncio personal en forma de identificación de un varón que le gusta la feminización forzada y ser dominado. Originario de Tumblr antes de la prohibición de pornografía reciente. La página original ya no existe.

Traducción:

“Nenaza Mariquita”

Lucy T.

Nombre Verdadero: Mitch

Vive en Hampshire, Reino Unido. Mariquita zorra para ser usada en cualquier momento, en cualquier lugar. Quiere ser chantajeada a ser una mejor mariquita/puta mariquita. Ser prostituida a cualquiera por casi nada. ¡Hará lo que se le diga!

Miembro desde: Nacimiento

Vencimiento: Nunca

Fecha de Nacimiento: 19/08/95

Inodoro Humano

El lesbianismo falso

Otra fantasía sexual que tiene el autoginéfilo que cae bajo comportamiento es la de ser “lesbiana” o tener sexo con mujeres cómo “lesbiana”. Claro, la visión del “lesbianismo” según el varón autoginefílico es como el de varón heterosexual, informado por la pornografía que presenta la homosexualidad femenina para la mirada del varón, no de la mujer. En este tipo de pornografía se dan escenas donde dos o más mujeres tienen relaciones sexuales para el beneficio del varón y él a su vez tiene relaciones sexuales con ellas. Pero en el caso del varón autoginefílico, él quiere ser “mujer” teniendo relaciones sexuales con ellas. Por ende, se identifica como “lesbiana”.

En el lenguaje del movimiento transgénero y de la “identidad de género” esto se justifica a través de la idea que la orientación sexual y la “identidad de género” son dos cosas diferentes. Una persona transgénero puede ser heterosexual, homosexual o bisexual. En una entrada previa expliqué como las organizaciones LGBT han cambiado el significado de orientación sexual a base de “identidad de género” y no del sexo. El propósito de esto es para no basar el lesbianismo en las relaciones entre dos personas del sexo femenino sino en la “identidad de género” de un varón autoginefílico que se identifique como “lesbiana”. Pero la motivación para que un varón se declare “lesbiana” no tiene nada que ver con su “identidad de género” sino con su fantasía sexual autoginefílica.

Un ejemplo de “une trans-lesbiane”, como se identifica muchos de estos varones, es el Youtuber estadounidense Riley J. Dennis. Su nombre original era Justin hasta que decidió que era “mujer transgénero”. Se identifica como “feminista”, cree que el feminismo interseccional incluye a varones como él y hace videos sobre este tema en su canal de YouTube. También cree en el “techo de algodón” y que es discriminatorio de que una lesbiana no quiera a un varón transfemenino como pareja consensual. Él habla sobre este tema en su video titulado: “¿Las preferencias genitales son transfóbicas?” 

La pseudo-bisexualidad autoginefílica

También existe otra fantasía sexual de comportamiento donde el varón quiere tener “sexo como una mujer”. Para el varón autoginefílico esto involucra la penetración vaginal. Blanchard, en sus observaciones de la autoginefilia, encontraba casos de hombres que se vestían de mujeres y que simulaban el sexo de penetración vaginal usando consoladores o dildos y la penetración anal, donde ellos imaginaban el ano como vagina. También, observaba hombres que tenían fantasías sexuales de tener sexo con otros hombres en forma de “mujer”. O sea, sus fantasías sexuales no eran de tener sexo con hombres porque tenían interés sexual en ellos sino por tener sexo como “mujeres”. En la fantasía el pene del varón es como el pene en una escena pornográfica heterosexual: sólo un decorado y no un punto de atracción sexual como lo es para los hombres homosexuales. La fantasía del varón autoginefílico entonces es de ser la mujer en la escena pornográfica, no el varón

Es importante resaltar que un varón autoginefílico puede tener este tipo de fantasía y también tener relaciones sexuales con mujeres a la misma vez. Blanchard llama esto la pseudo-bisexualidad autoginefílica donde la atracción no es hacia otro varón, es hacia la fantasía de ser mujer. Este es un punto controvertible porque niega la bisexualidad masculina, pero de todos modos explica porque un varón aparentemente heterosexual puede tener  el interés hacia tener sexo pasivo vestido de mujer, incluso con mujeres que toman el rol activo durante el sexo. Por eso es común que el transexual autoginefílico con esta fantasía quiera prostituirse a otros varones como lo tiende a hacer el transexual homosexual, aunque tenga relaciones sexuales con las mujeres.

Un ejemplo de este tipo de persona es Shirley McLaren, activista español de origen mexicano a favor de la descriminalización de la prostitución en España. Se identifica como “mujer transexual”, “bollera o lesbiana”, “trabajadora sexual” y “puta feminista”. Cree en el feminismo que es “inclusivo a los trabajadores sexuales” y está en contra de lo que llama el “feminismo burgués” a favor de abolir la prostitución. También es miembro de la Asociación de Profesionales del Sexo (Aprosex) y del Sindicato OTRAS, ambas organizaciones que abogan por la descriminalización y regulación laboral de la prostitución como “empleo” o “trabajo sexual”. Su identificación como “lesbiana” y también “prostituta” indica que lo más probable es un varón autoginefílico que ha infiltrado el feminismo, como han hecho muchos, y que su transexualidad se basa en la autoginefilia de comportamiento.

Shirley McLaren (cabello rojo) con otros miembros del Sindicato OTRAS que aboga por la descriminalización y regulación de la prostitución.
Perfil de la cuenta de Twitter de Shirley donde se identifica como “mujer transexual”, “escort”, “transfeminista”, “puta sindicada” y “lesbiana”.
Tuit donde una mujer alega que Shirley envía fotos de su pene a mujeres para acosarlas.

La ginandromorfofilia 

Originalmente pensé en escribir sobre la ginandromorfofilia en otra entrada separada, pero es importante saber sobre ella para entender que la autoginefilia de comportamiento y la autoginefilia en general es una obsesión con la feminidad. Esta obsesión es desde el punto de vista del varón ya que se basa en las imágenes ideales de las mujeres de acuerdo a la pornografía y no del cuerpo de la mujer en sí. La ginandromorfofilia es la atracción sexual de un varón hacia la “mujer transexual pre-operada” o “mujer con pene”, un varón que ha alterado su cuerpo para aparentar mujer pero mantiene sus genitales masculinos.

La palabra viene del griego gine– (mujer), andro– (varón), morfo– (forma) y –filia (amor) que significa “amor hacia una persona con forma de mujer-varón”. O sea, se trata del hermafrodita clásico romano que tiene senos de mujer y pene de varón. Esta combinación se ha podido reconstruir a través de la terapia hormonal y cirugía transexual. El varón ginandromorfofílico es, entonces, un hombre que tiene relaciones sexuales con transexuales o travestis. También le interesa la prostitución y pornografía transexual.

Estudios basados en métodos de entrevistas para determinar la autoginefilia en varones diseñados por Blanchard han revelado que el varón ginandromorfofílico, aunque no vista de mujer ni tenga disforia sexual, también tiene autoginefilia y fantasías sobre ser o vestirse de mujer en situaciones sexuales. Estas fantasías comparan exactamente con las de transexuales autoginefílicos y no es sorprendente que ellos tengan relaciones sexuales con otros transexuales autoginefílicos. Un ejemplo de esto viene de Canadá donde dos varones transfemeninos, Ginny Seaboy y Julia James, fueron los primeros en casarse en el 2010 y alegan que tienen una relación sexual de “múltiples orgasmos” aunque ninguno de ellos han tenido cirugía vaginoplástica. Claro ambos son varones, pero viven una fantasía autoginefílica de dos “mujeres” en relación sexual.

Confusión con la homosexualidad masculina

Es importante enfatizar que la mayoría de los varones que demuestran autoginefilia y ginandromorfofilia son mayormente heterosexuales, aunque algunos pueden ser bisexuales o asexuales. Pero para la persona que desconoce sobre la autoginefilia algunos aspectos de la conducta sexual del varón autoginéfilo tienden a confundirse con la homosexualidad masculina. La feminización forzada, la pseudo-bisexualidad y la ginandromorfofilia aparentan ser conducta homosexual y hasta sexólogos del siglo pasado suponían que el varón autoginéfilo tenía una “homosexualidad latente”. Esto es porque afeminarse, tener relaciones sexuales con otro varón, tomar el papel pasivo durante el sexo, prostituirse y ser masoquista en una relación sexual se asocia con la homosexualidad masculina. Sin embargo, es incorrecto interpretar la conducta sexual autoginefílica como “conducta homosexual masculina”. Existen varias razones:

  1. La afeminación y los intereses femeninos de muchos, pero no todos, los varones homosexuales o transexuales homosexuales empiezan en la niñez y no involucran el deseo sexual. Al contrario, la afeminación y los intereses femeninos de varones autoginéfilos empiezan en la pubertad e involucran el deseo sexual. 
  2. La disforia sexual del varón transexual homosexual y su interés en ser “mujer” viene de su inconformidad con su homosexualidad y de su interés por tener relaciones sexuales con varones heterosexuales. No viene de un deseo sexual hacia la mujer.
  3. La mayoría de los varones homosexuales sin disforia no desean tener relaciones sexuales vestidos de mujer o con varones vestidos de mujer. Ni tampoco con varones que han alterado su cuerpo para aparentar ser mujer: hormonas, cirugías, implantes, etc. Esto incluye a los travestis homosexuales llamados “transformistas” o “drag queens” que tampoco les interesa y prefieren estar en ropa de varón.

Conclusión

Hay que reiterar: El varón transfemenino autoginéfilo se comporta como “mujer” porque siente atracción sexual por la idea de sí mismo como mujer. Es un error de localización de su atracción hacia las mujeres. Le interesa ser “mujer” por la excitación sexual de ser mujer, no por querer relaciones sexuales con varones. Es importante hacer esta distinción para poder entender la autoginefilia en los varones transfemeninos. En la próxima entrada hablaré sobre la autoginefilia anatómica o de anatomía, donde un varón se excita sexualmente en tener la anatomía de una mujer especialmente los senos y la vagina. 


Referencias de base (En inglés):

Blanchard, Ray.

“The Concept of Autogynephilia and the Typology of Male Gender Dysphoria”, Journal of Nervous & Mental Disease, Vol. 177, No. 10, 1989, pp. 616-623.

“Clinical Observations and Systematic Studies of Autogynephilia”, Journal of Sex & Marital Therapy, Vol. 17, No. 4, Winter 1991, pp. 235-251.

“Early History of the Concept of Autogynephilia”, Archives of Sexual Behavior, Vol. 34 No. 4, August 2005, pp. 439-446.

Referencias sobre la ginandromorfofilia (También en inglés):

Hsu, K. J., A. M. Rosenthal, D. I. Miller & J. M. Bailey.

“Who Are Gynandromorphophilic Men? Characterizing Men with Sexual Interest in Transgender Women.” Psychological Medicine, October 2015, pp. 1-9.

“Sexual Arousal Patterns of Autogynephilic Male Cross-Dressers.” Archives of Sexual Behavior, September 2016, Online version.